El pH del cuerpo es diferente en cada zona del cuerpo y cada una tiene su pH específico, Es muy importante mantener ese equilibrio ya que si lo rompemos, estamos haciendo realizar un trabajo extra a los diferentes sistemas del organismo.
En general los niveles de pH del cuerpo tienden a ser más alcalinos que ácidos, es por ello que los últimos estudios sobre salud indican que acercarnos en general a valores más alcalinos puede prevenir algunas enfermedades.
Como única excepción nos encontramos el pH de la piel, que crea un manto ácido (4.5-5.75) protector para evitar agresiones a la epidermis.
Los bebes tienen un pH de piel aún menor ya que no han terminado de crear un buen manto ácido sobre su piel y de ahí que tengan una piel más delicada y sensible a los agentes externos. El manto ácido crea una barrera protectora con el exterior evitando patógenos, agentes irritantes y la deshidratación. La piel va evolucionando a lo largo de nuestra vida. En el caso de nuestros bebés mucho más, ya que durante los dos primeros años, en cada etapa de desarrollo, necesita distintos cuidados para mantener una piel saludable.